LA CASA DE CULTURA CUMPLE 25 AÑOS
El antiguo lavadero público de Loiola, construido en 1923, fue rehabilitado y convertido en casa de cultura hace ahora veinticinco años. En aquellos años se creaba la red de casas de cultura del Ayuntamiento de Donostia, y todas ellas dentro de lo que entonces era el Patronato de Bibliotecas y Casas de Cultura, hoy conocido como Donostia Kultura. Dos décadas y media después, es momento de poner en valor, de hacer retrospectiva, de hacer balance de lo que han sido veinticinco años de servicio a los loiolatarras. Sin olvidarnos del Haurtxoko de Txomin, o El Gazteleku y Etxarriene de Martutene, ambos asociados al centro cultural de Loiola.
Con una plantilla de seis personas lideradas por su director Jon Urbieta, la casa de cultura ha consolidado el papel de epicentro del barrio en torno a la difusión de la cultura en todas sus vertientes, para y por los loiolatarras como protagonistas. De esta manera, la Casa de Cultura de Loiola canaliza y vincula todas las manifestaciones culturales del barrio en pro de su divulgación y enriquecimiento de sus convecinos.
Como explica Jon Urbieta, «Loiola es un centro abierto a la ciudadanía, vinculando, compartiendo y creando lugares de encuentro, integrando y facilitando la vida socio-cultural y la innovación social, y trabajando con las personas». «Se nos ha quedado pequeña, así que intentamos conquistar la calle, salir del lavadero, utilizar el espacio público», ironiza y a la vez afirma el director. Actividades como el 'Literaktum' demuestran precisamente la utilización de un entorno sin igual, el río, que posee Loiola, unido a una de los tradicionales repuntes culturales de este centro cultural: la poesía.
El barrio se hace piña, la casa de cultura y los organismos del barrio cooperan e intermedian conjuntamente en pro de la difusión de la cultura en Loiola. Carnavales, Caldereros, Micología, Semanas de Jóvenes o del Euskera, San Martín o San Isidro. Existe una vinculación directa con la promulgación del medioambiente, la ecología, y así lo refleja. «Siempre hemos querido poner en valor el patrimonio cultural del barrio, por ello hemos colaborado siempre y potencializado todo lo relacionado con estos asuntos», recuerda Urbieta, quien puso toda la carne en el asador para proyectos como Urumea Gurea o el libro Behin batean Loiola; y es que «nuestra misión es la de conservar las tradiciones, costumbres, la memoria, etnografía, identidad.», asevera Jon Urbieta.
Aprovechando esta efeméride, cabe recordar algunos de los hitos en estos últimos años: El origen del grupo de mujeres Esnatu o de la coral de Loiola; o las jornadas de rol que se hacían en el centro, macro exposiciones como Terrícolas; o aquellas Semanas de la Juventud en las que llegaron a participar Su Ta Gar o el mismísimo Santiago Segura. Eran otros tiempos. Ni mejores ni peores. Está claro que la sociedad ha cambiado. Se consume cultura de otra manera, las tendencias han trascendido. De todo ello es consciente la Casa de Cultura, y tiene la prueba de estos primeros veinticinco años.
La Casa de Cultura de Loiola no se olvida de personas del barrio que ya no están entre nosotros, pero que apoyaron, pusieron su granito de arena en pro de la cultura en el barrio. Nombres propios como Topete, Pepi, Norberto Chiapuso, Juanjo Franco, Mikel Azpillaga, Tomás Artano, Ramón Díaz o Joxe Aierbe.
Actos conmemorativos
La sala de exposiciones alberga un collage gigante con fotos, carteles, programas, folletos, etc, muestra de la trayectoria y momentos reseñables de la historia de la casa de cultura. Esta tarde a las 19:30 horas las corales Ilunbe e Ibaiertz actuarán en la calle de la iglesia. Mañana se celebrará una celebración en agradecimiento a las asociaciones del barrio y a los colaboradores del centro cultural. El próximo día 26 se celebrará el Loiola Vintage Music Festival, que congregará a 16 bandas guipuzcoanas desde las 20 horas en adelante. Y el 28 actuará a las 18 horas el catalán Joan Baixas con su obra teatral Teatro de objetos, pintura y música.
iñaki Miguel Camio, Diario Vasco, 18-10-2012
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