frase acertada la del titular de éste artículo
"QUEREMOS VER MÁQUINAS Y OBREROS"
Los vecinos de Loiola están de enhorabuena. El acuerdo alcanzado entre PNV y PSE para los próximos presupuestos del Gobierno Vasco incluye las cantidades necesarias para la conclusión de la estación del Topo, proyecto que lleva varios años en pausa. En total se consignarán en 2015 seis millones para el viaducto y otros dos para iniciar la construcción del nuevo apeadero, infraestructura a la que se destinarán catorce millones más entre 2016 y 2017.
La noticia ha sido acogida con alegría moderada y prudente satisfacción, ya que no es la primera vez que en el barrio escuchan cantos de sirena que luego no se hacen realidad. «Estamos contentos, pero todavía falta que firmen los presupuestos», advierte Igor Alonso, presidente de la asociación Urumea Ibaia. El viceconsejero de Transporte, Antonio Aiz, se acercó a la casa de cultura para presentar al vecindario los presupuestos y la gente le recordó que ya había asistido a una presentación similar en la época de Ernesto Gasco y después se paralizó todo. «Lo que queremos son máquinas y obreros trabajando, no reuniones», fue el mensaje que le lanzaron.
Fue precisamente con el relevo en el gobierno de Lakua cuando se interrumpió el proyecto y, con elecciones autonómicas en 2016, el miedo de los loiolatarras a que se repita la historia es latente. «Crees tenerlo todo bien atado, pero luego cambia el gobierno y... Estando el PSE en el acuerdo presupuestario, pensamos que es más difícil que se eche atrás», argumenta Alonso, quien agradece la implicación de todo el barrio en este asunto. «Ya le dijimos al viceconsejero que parte del mérito de esta noticia es de la negociación entre los partidos y parte de la presión que hemos ejercido los vecinos. Hacía tiempo que Loiola no se movilizaba de esta manera. Parece que ahora sí lo hemos conseguido. En enero queremos ver máquinas trabajando».
«Ya es hora»
La lucha ha sido larga e intensa, con manifestaciones y concentraciones de protesta por el doble muro ferroviario que divide el barrio, el antiguo y el provisional. A pesar de tantos sinsabores, desde la asociación Urumea Ibaia prefieren no perder más tiempos buscando a los responsables del parón de las obras. «Habíamos hecho borrón y cuenta nueva porque al final unos les echan las culpas al otro y viceversa. Es lo que pasó entre Aiz y Gasco cuando vinieron a explicar la situación. No vamos a entrar a valorar eso. Lo que queremos es que se haga la estación y conseguir una mejora para el barrio, que ya es hora».
A pesar de los balones fuera, el representante de los vecinos valora el comportamiento de los partidos. «La reunión con el viceconsejero fue cordial y el trato con él ha sido bueno todo este tiempo. Cuando ha tenido buenas noticias ha venido a dárnoslas y cuando las noticias han sido malas, también. Él y todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento se han portado muy bien con nosotros. No tenemos ninguna queja al respecto. El único problema ha sido que no llegaba el dinero. Ahora le damos nuestra confianza al Gobierno Vasco, trabajaremos con ellos y haremos un seguimiento férreo del desarrollo de las obras».
Salvado el principal obstáculo, Loiola confía en que la estación del Topo sea sólo el inicio de una larga lista de intervenciones. «Llevamos tiempo esperando para que se vean cosas. Se supone que la estación era un obstáculo -o una excusa- para la ejecución de otros proyectos importantes como la boulevarización de la travesía o la urbanización de Ciudad Jardín. Todo va encadenado o eso es al menos lo que se nos dice. Ahora veremos si estos proyectos salen también adelante o ponen otra excusa».
El diseño de la futura estación, un edificio puente que liberará 12.000 metros cuadrados de espacios libres, también les satisface. «Nos gusta y es adecuado porque fomenta la permeabilidad del barrio y permite pasar 'de un lado a otro sin barreras. Creo que esta zona va a ganar mucho. Loiola dejará al fin de estar dividido».
Jorge F. Mendiola - Diario Vasco - 2014 11-24
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