miércoles, 26 de octubre de 2011

EL ORIGEN DE CIUDAD JARDIN DE LOIOLA



¿Se trataba de un proyecto pensado en mejorar la vida de la clase trabajadora o su finalidad era que al vivir mejor el obrero produjera más? La falta de vivienda era una realidad en la ciudad y el alto precio de las casas impedía que la mayoría de las familias pudieran, siquiera soñar, en adquirir una; incluso los alquileres eran inaccesibles para gran parte de la población que se hacinaba en los pisos altos de los edificios, conspirando contra la moralidad y la salud.
Para paliar tan complicada situación, el 26 de agosto de 1903 la Caja de Ahorros y Monte de Piedad Municipal de San Sebastián acordó destinar 300.000 pesetas para la construcción de viviendas económicas porque los obreros, se decía, «pertenecen a una clase cuyos ideales son el trabajo y la familia y como carecen de tiempo y dinero para gastar en su perdición, constituyen una masa de mejores personas que la media que forma nuestra sociedad, en la que el hombre tan solo es valorado por lo que tiene».
Resultaba que quienes vivían en estas condiciones, al no encontrar en sus hogares comodidad, ni descanso, procuraban estar en ellos el menor tiempo posible, y la mujer que apenas podía resolverse en la vivienda siempre que podía mandaba a sus hijos a jugar a la calle, «perdiendo sensibilidad y dulzura».
Pero ¿qué hacer para mejorar la situación? Se podía construir, como en algunas ciudades, grandes bloques de pisos con los que se aprovechaba el terreno o pequeñas casas destinadas cada una a una sola familia, con aire, luz, ventilación e independencia, rodeadas de agradables plazas para su solaz y con un pequeño jardín o huerta.
El obrero que viviera en una de estas casas acudiría al trabajo alegre y contento, descansado y dispuesto a producir con holgura porque su estado de ánimo sería positivo, lo cual resultaría beneficioso para las empresas. La utópica idea ya estaba dando buenos resultados en algunas ciudades inglesas.
Un amplio informe del concejal y arquitecto Horacio Azqueta, aprobado por el Ayuntamiento en mayo de 1914, daba luz verde a la iniciativa que beneficiaría a las clases humildes y medias y que contaba con la ayuda del también arquitecto Urcola, que estaba diseñando un proyecto similar para otras zonas de la ciudad.
El lugar elegido por Azqueta fue el pintoresco valle de Loiola, a 1800 metros del centro, con escuelas públicas cercanas, agua potable, iglesia y dotado de tranvía. Se compraron terrenos al conde Torrubia, pagando por ellos cinco pesetas el metro cuadrado. Las casas tendrían cocina, dormitorio y retrete en la planta baja y dos dormitorios y comedor en la primera, así como espacio para un cobertizo en el jardín que podría destinarse a gallinero.
Y tal día como el de hoy del año 1916, a las tres y media de la tarde, se procedió a la ceremonia solemne de colocar la primera piedra de aquel experimento que sería la Ciudad Jardín de Loiola. El Ayuntamiento en Corporación, gobernadores y altas autoridades esperaban la llegada de la reina María Cristina para que, una vez bendecida, procediera a colocar la piedra en la que se había hecho un hueco donde depositar monedas y periódicos de la época. Más tarde llegarían las ciudades jardín de Alza, Añorga, Antiguo, Herrera...
Javier Sada (historiador)  DV 23-10-2011 
  Interesante articulo referente al origen de Ciudad Jardín. Otro punto interesante sería analizar los problemas que tiene esta parte del barrio, que no son pocos.


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